“Dulce de leche” (“Fiordilatte”, 2021; La Cúpula, 2022) es la presentación en español del prometedor autor italiano Miguel Vila (Padua, 1993), con la que el artista obtuvo el premio a mejor obra en la Comicon de Nápoles de 2022 (había que decirlo, que ya se sabe lo que gustan los premios a la hora de vender los tebeos al público). Vila elabora un excepcional retrato de personajes a través de palabras justas y silencios estruendosos, con un dibujo rotundo y muy sensual. Los protagonistas forman un triángulo amoroso (sexual o romántico, o todo a la vez) compuesto por Stella, una chica conocedora de su atractivo y el deseo que despierta a su alrededor; Marco, su pareja, que es un pobre diablo sin oficio ni beneficio, y Lulú, una joven madre soltera con más tiros dados que una escopeta de feria que malvive con un trabajo temporal y mal pagado. Alienado, sin un euro en el bolsillo, mantenido por su chica y sin más horizonte cercano que sacarse el carné de conducir, Marco se debate entre parecer el novio perfecto y ser alguien incapaz de hacer feliz a su pareja, con la que no puede mantener relaciones sexuales. Sin embargo, al conocer a Lulú encontrará por fin el deseo y el amor, aunque le atenace la culpa por no hacer lo correcto o, al menos, lo que se espera de él.