El boli de Rafa Jaramillo sigue siendo de fiar. Recosió el corazón que presidía la portada de
“Forgive Me If I Don’t Come Home To Sleep Tonight” (2009), álbum de convalecencia en el que
Ainara LeGardon soltaba lastre emocional entre un aliño sónico de mínimos. Ahora, desde la cubierta de
“We Once Wished”, apunta directamente a las entrañas, lugar del que provienen, no cabe duda, estas diez nuevas canciones.
El cuarto trabajo de la bilbaína –séptimo si sumamos los tres que publicó al frente de Onion– supone un importante cambio de registro expresivo que neutraliza la distancia entre forma y fondo para fundirlos en incandescente todo. Los textos, que continúan la doliente saga iniciada por
“In The Mirror” (2003), tampoco escapan a ese modus operandi y la acción confluye en una sola coordenada espacio-tiempo. La protagonista regresa al lugar de los hechos, evoca aquella última noche y pasa página entre la bruma de
“Make It Mine Forever”, brillante epílogo a un disco que entronca con el inolvidable “Zebra” (2005) de Anari o con la primera PJ Harvey: difícil no acordarse de la portada de
“Rid Of Me” (1993) al ver el inquietante clip de
“Thirsty”.
La brisa folk que mecía parte de su obra precedente se convierte en tempestad core: demoledora
“Before Waking Up”. La anestesia acústica deviene purga eléctrica. La sutileza vocal se torna en grito:
“We Once Wished”. Los alivios de corte experimental quedan proscritos. No esperen salir indemnes de la escucha. Aquí no hay asideros. ∎