Con su EP de debut publicado hace un par de años, “Super Sad Generation” (2019), Arlo Parks empezó a construir un espacio musical seguro para espíritus vulnerables. Sin ser algo intencionado, parece oportuno que el primer largo de la poeta y cantautora de Londres nos llegue cuando todos los indicadores, especialmente entre la población joven, señalan la salud mental como la gran víctima olvidada de estos tiempos convulsos. Desde el sugestivo spoken word de apertura homónimo, cada viñeta de neosoul nostálgico y confesional en “Collapsed In Sunbeams” se siente como una muestra de ternura, como el abrazo de una amiga cuando más lo necesitas.

Salpicada de referencias a sus admiradas Zadie Smith, Audre Lorde o Sylvia Plath, la fórmula de Parks es siempre dulce y empática, con ese filtro de sabiduría de quien con solo 20 años ya ha atravesado más de una tormenta. Lejos de arriesgar o experimentar en lo sonoro al plasmar las turbulencias de su adolescencia, la primera mitad del álbum se acomoda en cálidos instrumentales jazz-pop para ofrecer mensajes edificantes. “No dolerá tanto para siempre”, canta sobre relajados ritmos downtempo en “Hurt”, mientras que en “Hope” eleva su voz entre teclados perezosos para decirle a una amiga que no está sola. O a toda una generación.

Todo se recrudece un poco con los lúgubres acordes de guitarra de “Black Dog”, pieza central del disco que desmitifica la depresión en su forma más cotidiana (“Vayamos a la tienda de la esquina y compremos algo de fruta / Haría cualquier cosa para sacarte de tu cuarto”), aunque todavía hay tiempo para dilucidar sobre un romance de corta duración que tuvo que enfrentar juicios homófobos (“Green Eyes”) junto a Clairo, otra voz cualificada del pop de la generación Z y el colectivo LGTB+, o para examinar el sentimiento desolador que supone enamorarte de tu mejor amiga heterosexual y sentir celos hacia su pareja (“Eugene”). “Siempre estoy haciendo arcoíris con algo doloroso”, repite en la interesante despedida trip hop (“Portra 400”), quizá dando con la clave para encontrar placer en la vida de nuevo. ∎