El propio Shields ha definido el sonido del nuevo disco como
“diferente, pero no radicalmente diferente”, descripción perfecta para una cascada de guitarras procesadas, texturas y pedales que nadan en aguas familiares sin que estas se estanquen: fluyen. Hay experimentos –los cinco minutos de
“Is This And Yes”, ámbar suspendido en lo que parecen sintetizadores en bucle; el incendio marcial de
“In Another Way”– que palpan posibles vías de escape a la marca MBV y que se encolan sin problemas en bofetadas protopunk (
“Nothing Is”) y licuaciones de pop celestial (
“If I Am”); con sus vertiginosas subidas y bajadas, el triunfo de “m b v” –más allá de situarse (y situarnos) en un gozoso
out of time– radica en una compacta homogeneidad que es, a la vez, norma y búsqueda, fidelidad a unos principios y gusto por el riesgo.
“Wonder 2”, el tema de cierre, condensa todo esto: una amalgama de abstracciones instrumentales donde las melodías luchan por respirar sumergidas en un tanque de mercurio… Así que no se precipiten y dedíquenle, como han hecho sus autores, todo el tiempo del mundo: habrá pocas cosas mejores en este 2013. ∎