La banda sonora del documental dedicado a Sly & The Family Stone, “Sly Lives! (aka The Burden Of Black Genius” (Questlove, 2025), comprime la historia de la banda en 21 temas. Son pocos, aunque sirven de introducción al combo de Sly Stone y de deleite para aquellos que ya los conocen. Faltan algunas piezas esenciales en este engranaje de funk-soul de los últimos años sesenta y primeros setenta; por ejemplo “Sex Machine”, excitante jam de blues ácido y funk, y “I Want To Take Your Higher”, que un servidor descubrió en el memorable medley incluido en el triple álbum del festival de Woodstock, completado con “Dance To Te Music” y “Music Lover”.
Solo dos cosas antes de empezar el recorrido. Reducir la música de Sly al funk y el soul no le hace justicia. El rock, la psicodelia, el blues e incluso el doo-wop asomaron también en varias de sus canciones. Sly se llama en realidad Sylvester Stewart. En algunos discos las canciones son acreditadas a su nombre real mientras que como productor aparece con el seudónimo. En una de sus obras maestras, “There’s A Riot Goin’ On” (1971), su quinto álbum, los temas están firmados por los dos, Stewart y Stone. El Jekyll y el Hyde del funk y el soul en la era de Acuario.
Poco se sabía de los músicos que lo acompañaron en la aventura; nunca se estilaron los créditos en sus discos. El bajista inicial, Larry Graham, también cantaba, y el guitarrista Freddie Stone, en realidad Freddie Stewart, hermano pequeño de Sly, ponía voces sedosas o funk según los temas. Jugó un papel importante la trompetista Cynthia Robinson, así como el saxofonista Pat Rizzo, el batería y cofundador del grupo Greg Errico y las vocalistas y teclistas Vaetta y Rose Stewart, hermanas de Sly y Freddie. El ideólogo era él, pero sin el peculiar sonido de los vientos, los teclados líquidos, las guitarras en abismo wah-wah y los bajos inquietos y musculados nada habría sido lo mismo en su sonido tan reconocible y a la vez indefinible. Jimi Hendrix, Funkadelic y James Brown pasados por una particular batidora. El soul y el funk como nunca se había escuchado.
De todo ello da fe esta banda sonora/recopilatorio centrado en temas de los siete discos del período 1968-1974, ya que después las prestaciones del grupo y la creatividad de Sly disminuyeron considerablemente. Los más antiguos son “Underdog” y “Trip To Your Heart”, pertenecientes al álbum de debut, “A Whole New Thing” (1967): el primero con su divertida referencia a la canción infantil francesa “Frère Jacques”, y el segundo, en mezcla alternativa, con su inicio y final psicodélicos. “Stand!”, del disco homónimo de 1969, aparece en la primera toma instrumental registrada en aquellas sesiones, con guitarra-órgano-bajo-batería para ir calentando motores. Hay también canciones procedentes de sus muchos 7”, como las dos baladas a medio tiempo “Hot Fun In The Summertime” (1968) y “Everybody Is a Star” (1969), esta última complementada con el robusto funk “Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin)”.
De los discos que se utilizan más temas son “There’s A Riot Goin´On” y el siguiente, “Fresh” (1973). Del primero, con su portada cubierta por la bandera estadounidense, hay dos tomas de “Family Affair”, la juguetona “Runnin’ Away”, “Just Like A Baby” con su inconmensurable piano eléctrico que quizá toco Billy Preston, presente en la grabación, y “Thank You For Talkin’ To Me, Africa”, con base funk y atmósfera blues. De “Fresh” se ha incluido un breve pasaje de “Babies Makin’ Babies”, una densa “Thankful N’ Thoughtful”, la versión en clave pop y góspel del estándar “Que Sera, Sera (Whatever Will Be, Will Be)” y otra de las composiciones mayúsculas del grupo, “If You Want Me To Stay”, una de las más definitorias en cuanto al fraseo de los instrumentos de viento. Del último álbum de este período, “Small Talk” (1974), solo hay un tema, pero muy indicativo de los nuevos tiempos: “Can’t Strain My Brain”, con la sección de cuerdas imponiéndose al saxo y trompeta. ∎
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