Publicado el pasado 24 de noviembre con motivo del Record Store Day del Black Friday –en formato de doble álbum y con una tirada limitada de 1500 copias, aunque por suerte también está disponible en streaming–, este recopilatorio reúne las Cover Series –singles editados en vinilo y en formato digital y también alguna grabación realizada ex profeso para la ocasión, con la versión en la cara A y el original en la B– de un nutrido grupo de artistas admiradores de Light In The Attic, haciendo versiones de las reediciones de discos descatalogados que ha ido sacando en sus 22 años de existencia.
El fundador y actual copropietario de LITA es Matt Sullivan. Su periplo discográfico empezó en Madrid, donde entró en contacto con Iñigo Pastor, el boss de los sellos Munster y Vampisoul, y lo que era el típico viaje por Europa de un estudiante estadounidense posgraduado se convirtió en una estancia en los cuarteles del sello donde aprendió de primera mano los pormenores de la edición y reedición de discos. Y lo que es mejor, el placer por redescubrir antiguas joyas olvidadas y poderlas ofrecer a nuevos públicos, además de todos los sinsabores que tan meticulosa labor conlleva al tener que lidiar con abogados, licencias, distribución y otros asuntos igual o más prosaicos.
De vuelta a casa empezó a germinar la idea de un sello que pusiera el énfasis en las reediciones. La gestación fue en un sótano de Seattle y su primer golpe de suerte llegaría con la edición de la discografía de The Free Design y su pop barroco sixties. Luego llegaron los rescates de Karen Dalton, Betty Davis, Sixto Rodriguez, Lee Hazlewood –del que han reeditado nada menos que quince álbumes–, el bombazo de los tres recopilatorios “Pacific Breeze”, que dieron a conocer el city pop japonés, o los discos de Lou Reed (las demos y grabaciones caseras inéditas de “Words And Music, May 1965” y el reciente “Hudson River Wind Meditations”, de 2007, que reúne los soundscapes y la música ambient que compuso para sus prácticas de meditación, yoga y taichí).
Pero hay mucho más en un catálogo que supera el centenar de artistas, de los que pueden haber reeditado un solo álbum emblemático, como por ejemplo el “I’m The One” (1972) de Annette Peacock, o varios discos, caso del japonés Haruomi Hosono, del que atesoran nueve reediciones. Eso hace que el público consumidor de sus productos sea muy variado, tal como demuestra la nómina de artistas fans de la casa que participan en este proyecto. Y los hay muy relevantes, como IGGY POP, quien junto al trío angelino de punk-metal-stoner ZIG ZAGS se encargan de “blacksabbathizar” a una Betty Davis más funk en el original “If I’m In Luck I Might Get Picket Up”. Pero lejos de la furia del rock lo que predominan son las sutilezas, como la de CAMERON BETHANY, atreviéndose con valor y bastante éxito con el seminal “Send It On” de D’Angelo –en 2012 obtuvieron la licencia para editar “Voodoo” (2000) en formato de doble álbum–, por no hablar de VASHTI BUNYAN y DEVENDRA BANHART, que transforman en maravilloso pop aéreo “How Could You Let Me Go”, un cover de la oscura Lynn Castle, que en los años sesenta mereció la atención de productores tan destacados como Phil Spector o Jack Nitzsche.
De Tim Buckley encontramos en LITA el disco de maquetas acústicas inéditas “Lady, Give Me Your Key” (2016). Uno de sus temas, “Once I Was”, recibe un creativo tratamiento, entre el dream pop y la spoken poetry, cortesía de la veterana música, poeta y modelo LESLIE WINER y del compositor mancuniano MAXWELL STERLING. ANGEL OLSEN se atreve con el catártico “Something In Your Mind” de Karen Dalton y, sin llegar a las cotas de dramatismo del original, le otorga la suficiente mística para hacerlo igualmente emocionante. Y es que la reedición del álbum “In My Own Time” (1971) de Karen Dalton supuso un antes y un después para LITA: consiguió que esta malograda cantautora fuese objeto de culto. Tanta ha sido su influencia que de ella también se ocupó MARK LANEGAN en “Same Old Man”, una canción que tenía un tratamiento rústico, con banjo, que el malogrado Lanegan respetó en el fondo, pero acercándolo a la vez al sonido más áspero y cavernoso que lo caracterizó.
Del prolífico cantautor y guitarrista británico Michael Chapman (1941-2021) en LITA han reeditado álbumes seminales de su carrera, como los primeros “Rainmaker” (1969), “Fully Qualified Survivor” (1970) o “Wrecked Again” (1971), publicados originalmente por Harvest, el sello progre de EMI. Es lógico que se haya ocupado de él su discípulo y colaborador STEVE GUNN, arropado por la legendaria BRIDGET ST. JOHN, eminencia folk británica junto a la que rescata “Rabbit Hills”, con pureza en las voces y cadencia de guitarras acústicas, captando la esencia del original sin llegar a igualarlo. No podía faltar un tributo a Lee Hazlewood, mucho más que el hombre tras Nancy Sinatra, tal como demuestra “Won’t You Tell Your Dreams”, cuya versión de GOLD LEAVES –nombre artístico de Grant Olsen– busca revivir la esencia de un original que estaba entre las maneras de un crooner y el flower pop sixties.
Una gran sorpresa resulta escuchar a HANS-JOACHIM ROEDELIUS adaptando el “Le chant des fauves” de Tinariwen, llevando de manera muy creativa a su terreno minimalista el hipnótico blues del desierto original que abre el álbum “The Radio Tisdas Sessions” (2001). Otro tipo de trance es el post-punk de Public Image Ltd, del que LITA reeditó su primer álbum “First Issue” (1978). A él pertenece el emblemático “Low Life” remozado para la ocasión por la banda indie pop británica MOZART ESTATE –antes conocida como Go-Kart Mozart–, que lo transforma en algo más cercano al tándem Lou Reed-David Bowie que a la halitosis podrida original que desprendía el ínclito John Lydon.
Otro rescate de LITA que no puede faltar es Sixto Rodriguez. La reedición del álbum “Cold Fact” (1970), y sobre todo la canción “Sugar Man”, fue todo un hito para la casa. Aunque para la ocasión el soulman CHARLES BRADLEY y el grupo THE MENAHAN STREET BAND escogen “I’ll Slip Away”, editado como bonus track del álbum “Coming From Reality” (1971) y que también aparece en la banda sonora del celebrado documental “Searching For Sugar Man” (2012). La inyección de soul y groove, con una voz negra desgarrada de muchos quilates y una banda con el marchamo Daptone, logran incluso superar la efectividad del original. El líder de TMSB, Tommy Brenneck, se ocupa también de producir otra joya especial para este álbum: se trata de la veterana cantante de soul tejana BARBARA LYNN, que aceptó grabar una versión de “We’ll Understand”, original del grupo de góspel californiano The Supreme Jubilees. Otra buena dosis de soul de la vieja escuela la proporcionan SWEET TEA, ALEX MAAS y ERIKA WENNERSTROM al dar lustre a “After Laughter (Comes Tears)”, un añejo clásico del sonido Stax cortesía de Wendy Rene.
En el apartado country, el actor ETHAN HAWKE y su hija MAYA HAWKE ponen mucho amor y sentimiento en la relectura de “We Don’t Run” sacada de la reedición en vinilo del álbum conceptual “Spirit” (1996) de Willie Nelson. Lo mismo se puede decir del fervor religioso, con solemne órgano incluido, que SWAMP DOGG, JOHN C. REILLY, JENNY LEWIS y TIM HEIDECKER imponen en la relectura del “The Kneeling Drunkard’s Plea” de The Louvin Brothers, sacada del seminal álbum “Satan Is Real” (1959).
En el disco no faltan homenajes al pop japonés, empezando por el extravagante MAC DeMARCO, que se encarga de resaltar la importancia de Haruomi Hosono, mucho más que un ex Yellow Magic Orquestra, rescatando el tema “Honey Moon” del muy significativo álbum “Tropical Dandy” (1975). DeMarco capta a la perfección el sonido lounge, tropical y sintético. No extraña que esta perla de pop nipón sea la campeona en reproducciones de Spotify del recopilatorio. Otro rescate significativo de LITA es Hiroshi Yoshimura, pionero de la música ambient japonesa, autor de una electrónica minimalista y cálida que reproduce con perfección new age la arpista MARY LATTIMORE en “Blink”.
No menos delicatessen es la recuperación de ACETONE, grupo de finales de los noventa que grabó para el sello Vapor de Neil Young, que LITA ha acercado a las nuevos públicos con el recopilatorio “1992-2001” (2017). Su soleado pop psicodélico californiano al ralentí conecta a la perfección con el misterioso folk-soul-rock de Jim Sullivan, que desapareció en el desierto, según algunos abducido por los extraterrestres. Solo tuvo tiempo de grabar dos álbumes, dos rarezas revalorizadas por LITA; el primero fue “U.F.O” (1969), con canciones sobre aliens y fascinación por los objetos volantes no identificados. De él retoman Acetone “Plain As Your Eyes Can See”, convirtiendo una canción que originalmente suena entre Van Morrison y Tim Buckley en trip-folk con cierto swing. Y, para acabar, no podemos olvidarnos de Leo Nocentelli, el que fuera guitarrista del legendario grupo de Nueva Orleans The Meters. LITA se ha encargado de reeditar su álbum perdido, “Another Side”, grabado originalmente en 1971, con producción de Allen Toussaint, y que no había visto la luz hasta 2021. El disco tiene gumbo y mojo y a la vez ofrece una inédita cara de cantautor folk-soul. De esta índole es la acústica “You’ve Become A Habit”, cuyo falsete original magnifica SILAS SHORT en una caricia que recuerda a las del Jack Johnson de “In Between Dreams”. ∎
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