Con solo 26 años pero ¡cuatro! nominaciones a los Grammy bajo el brazo, aterrizó la californiana Madison Cunningham en Madrid para desgranar con delicadeza las tonalidades jazzy que aplica con singularidad a su folk-rock delicioso. No será su primera y única visita a España, pero vaticinamos que sí la última para disfrutarla en un concierto de proximidad.
Otra visita excepcional y otra oportunidad única de ver a una artista exquisita en la mejor de las condiciones. La cantante y compositora neoyorquina de origen paquistaní se ha convertido en uno de los fenómenos musicales recientes (suyo es el último Grammy a la mejor Global Music Performance) y demostró que lo suyo no es hype, sino exquisitez: del blues y el jazz al reggae, el minimalismo y hasta el neosufí.
Dice Carmona que lleva cinco años esperando para despedirse, junto a los suyos y sobre un escenario. Rodeado de amigos, colaboradores y admiradores, el líder de Ketama nos invitó a su particular fiesta flamenca, a su “colofón”, sobremesa incluida. Por suerte, todos sabemos que un artista que ha vivido toda su vida sobre un escenario nunca se retira del todo. Brindemos por más Momentos Alhambra.
Una peculiaridad: el antiguo complejo militar murciano convertido en centro cultural está bañado de numerosas referencias decorativas de estilo andalusí. Una ornamentación de hace un siglo que cualquiera diría que se pensó ya entonces para acoger el concierto de Rocío Márquez. Una singularidad: la cantaora onubense hizo una parada en el camino de su gira más electrónica junto a Bronquio para recordarnos por derecho que es una de las voces flamencas más valientes y portentosas de las últimas décadas.
Cuenta el cantante y compositor sueco que en su colección de discos particular son las bandas sonoras las que ocupan el mayor volumen de entradas. Algo que ya podíamos intuir cuando desplegó en Madrid un repertorio que un día sonó a pop electrónico bailable y hoy muestra su cara más jazzy. Atmósferas cinematográficas, guiños trip hop y la elegancia marca de la casa para desgranar un álbum sedoso y romántico como “Rorschach Test”.
Daniel e Iván son dos amigos mexicanos que supieron entender que se puede trazar una línea que va de los grandes boleristas (Los Panchos, Agustín Lara, Los Ángeles Negros…) a artistas contemporáneos como James Blake o Frank Ocean, que de alguna manera juegan hoy el papel de grandes baladistas. Con humor sobre el escenario pero sin distancia irónica alguna sobre las raíces desde las que construyen, el dúo impregnó la tarde malagueña de “boleroglam”, su propuesta de melodías románticas de alma añeja y producción moderna. ¡Quién habría dicho que un sampler podría traer nueva vida al bolero!
No es fácil abrir ciclo con apenas veintitrés años y un EP (“Chiquita”), pero la cantautora canaria inauguró la temporada del Jardín Cervezas Alhambra en Barcelona con naturalidad, delicadeza y sentimiento. Y exactamente así son también sus canciones. Con gran proyección comercial, en Casa Rius quedó claro que esta “chiquita” tiene más de “guerrera”: “Grita a viva voz que no hay para microonda / Canta de pulmón, tu historia no se desafía”.
Con su cuarto disco bajo el brazo (“Buen pez”), Caloncho se volcó en la especia más tex-mex de su imaginario, con parada en el calipso y sin olvidar nunca las texturas tropicales de su pop buenrollero de camisa hawaiana y cerveza bajo la palmera. Con esos mimbres consiguieron generar eso que buscan en cada una de las paradas de su gira actual: transformar la sala –esa noche fue El Pumarejo de L‘Hospitalet– en “La Hermana República del Buen Pez”, ese “sitio utópico donde todos podamos ser eslabones de buena voluntad”.
El murciano repitió el éxito del año pasado jugando en casa y con la mixtura mediterránea, andina y tropical de “La sangre del mundo” sonando más empastada que nunca. Si la carrera de Muerdo despegó impulsada por el apoyo de Aute y su segundo disco venía producido por Amparo Sánchez, de Amparanoia, en sus últimos trabajos encontramos la presencia de las voces como las de El Kanka, La Mari de Chambao o Rozalén. Una plétora de nombres que explican bien el universo creativo del murciano. “Mi verso es como un puñal que por el puño echa flores”.
Afincados en Málaga, pero con raíces a un lado y otro del Atlántico. Es la denominación de origen que leemos en la etiqueta de una de las bandas emergentes de la escena nacional y que ayudan a entender rápido su cóctel de ritmos y géneros: del hip hop y el R&B a los ritmos del Caribe latinoamericano. Exprimieron conexión latina, exhibieron rollazo y contagiaron una energía desbordante. Vaya, que ni dos canciones tardaron en instalar la buena vibra en el Jardín del Palacio de Santa Bárbara. ∎