Persson & Yorkston: conexión con chispa. Foto: Anna Drvnik
Persson & Yorkston: conexión con chispa. Foto: Anna Drvnik

En portada

James Yorkston & Nina Persson

En un lugar mejor

Fotos: Anna Drvnik / Sian Adler

24.01.2023
¿Qué hacen juntos la vocalista de The Cardigans y uno de los compositores folk más oscuros de Escocia? En realidad, todo comenzó como una segunda colaboración de James Yorkston con la formación sueca The Second Hand Orchestra. Nina Persson fue sugerida como invitada vocal y acabó involucrándose en el proyecto de modo decisivo. Hablamos por videoconferencia con ellos sobre el disco resultante, “The Great White Sea Eagle”.

Bajo

Suscripción

E

n 2021, James Yorkston grabó su álbum “The Wide, Wide River” (Domino, 2021) junto a The Second Hand Orchestra, una formación sueca no estable capitaneada por el músico Karl-Jonas Winqvist. Fue uno de los trabajos más especiales de este cantautor folk nacido en la localidad escocesa de Kingsbarns, en la región costera de Fife, hace 51 años. Desde su debut con “Moving Up Country” (Domino, 2002) junto al colectivo de colaboradores The Athletes, Yorkston se había labrado una sólida trayectoria bajo el paraguas del sello Domino, pero sin llegar a trascender más allá de un aceptable reconocimiento por parte de la crítica especializada. Su experiencia con The Second Hand Orchestra fue liberadora e inspiradora. Tanto que, en menos de un año, volvió a repetir con la formación sueca y con resultados aún más sugestivos, como se puede advertir en la escucha de “The Great White Sea Eagle” (Domino-Music As Usual, 2023). “Siempre me mostré abierto a grabar otro álbum con esta formación, pero, al mismo tiempo, nada de esto fue planeado”, expone por videoconferencia desde una habitación de hotel en Oxford (Reino Unido), donde esa noche va a tocar en solitario. “Al hacer las canciones pensé en un principio que formarían parte de un álbum conmigo solo al piano, pero luego advertí que aquello era simplemente mi ego metiéndose por el camino. En algún momento le mandé las canciones a Karl-Jonas y enseguida me dijo que quería subirse a bordo. Es un conjunto tan bueno de músicos que sería imprudente decirles que no, así que lo grabé con ellos de nuevo”.

Pero la principal novedad fue la incorporación de Nina Persson (Örebro, Suecia, 1974), estrella pop mundialmente conocida desde los años noventa al frente de The Cardigans. “Karl-Jonas también es conocido mío desde hace muchos años. Ellos hablaron de que sería divertido contar con una segunda voz, me enseñaron una canción y dije: ‘vale, me gusta, lo quiero hacer’”, explica ella, en otra pantalla, desde su casa en Malmö. “Siempre me fío mucho del criterio de Karl-Jonas, tiene una gran sensibilidad a la hora de juntar gente tanto a nivel musical como personal. Yo no conocía a James tan bien, pero empezamos a hablar hasta que un día quedamos, y fue todo muy fluido”. Esa buena conexión se percibe durante toda la charla a tres. Tanto el escocés como la sueca, además, se muestran explicativos y encantados de hablar de su trabajo, sumamente amables.

Nina, James y The Second Hand Orchestra: aroma de gran folk. Foto: Anna Drvnik
Nina, James y The Second Hand Orchestra: aroma de gran folk. Foto: Anna Drvnik


Nina, todas las canciones del disco estaban escritas previamente por James, pero tú también eres compositora. ¿No intentaste contribuir en nada?

Nina: ¡No! No llegué ni a planteármelo porque sentí que no había nada que añadir. Además, creo que durante toda mi carrera estaba esperando en secreto a que viniese alguien a invitarme a secundar a la voz sin tener que pensar en nada más, sin ser autora ni involucrarme en el proyecto más allá de ahí. Me encantó hacer esto, pero también porque me gustaba mucho el material. Está muy bien interpretar algo sin ser la persona que está detrás de ello.

¿Pero te identificas o te sientes representada por las canciones de James?

Nina: Sí, me identifico totalmente. A partir de este proyecto fui escuchando toda su discografía anterior y lo cierto es que de haber descubierto su música en un momento previo de mi vida me habría hecho muy fan. Es fácil que me sienta representada, no porque necesariamente entienda todo lo que está contando o lo que significa, pero siempre es algo emocionante y atractivo. Lo representa todo de un modo bastante poético o, por momentos, sutilmente soterrado, siempre de una manera sorprendente. Es música que realmente me encanta y que, secretamente, desearía haber sido yo quien la hubiese compuesto. Lo digo sin resentimiento, claro.

¿Cómo te planteaste la temática del álbum, James?

James: Yo simplemente escribo aquello que me viene a la cabeza. Para mí es la forma más fácil de hacerlo, mantener todos los canales abiertos y no preocuparme por cómo suena porque sé que, más adelante, durante el proceso, tendré que editarlo. Algunas letras son extractos de cosas que oigo en conversaciones. Y luego hay días en que no me siento creativo, que estoy enfadado o triste o lo que sea y ese es el día en que vuelvo a las canciones y edito o descarto las que no son suficientemente buenas. Me gusta mucho esa parte y realmente creo que esa es la mejor manera de trabajar. Recuerdo estar hablando con alguien sobre mi segundo álbum, que publiqué en 2004 (se refiere a “Just Beyond The River”). Esa persona me decía que le parecía un disco muy bueno y yo lo único que recordaba era el estrés de hacerlo. El primero había gustado mucho y sentí la presión de volver con algo que fuera igual de bueno, y no quiero volver a estar en esa posición de nuevo. Ya llevo como quince álbumes y no hay presión de ningún tipo, es todo muy fácil ahora. Creativamente, me encuentro en un buen lugar y colaborando con gente a la que admiro. Es un lujo absoluto para mí.


“Creo que es muy importante en la vida hacer lo que quieres hacer, si puedes. Por eso me gusta abrazar todas aquellas cosas que me gustan y ver qué sucede a continuación. Como ahora mismo, que he trabajado con esta gente maravillosa a la que encanta la música, y entonces se incorpora Nina y…. ¡oooh!”
James Yorkston



Canciones como “An Upturned Crab” tienen que ver con la paternidad y la familia, los conflictos de ser un artista en gira que echa de menos estar más tiempo con sus hijos. Ambos sois músicos de mediana edad y padres. ¿Qué cosas os preocupan más en este sentido?

James: Obviamente, la familia está en lo más alto de la lista. No puedes escapar de la idea de mantenerla económicamente y también tienes que considerar cómo vivir tu propia vida. Para mí siempre ha sido importante darme cuenta de que solo tienes una oportunidad en esta vida y no podemos tirarla por la borda. Donde yo vivo hay muchos memoriales dedicados a soldados a los que obligaron a enrolarse en el ejército y que murieron en las dos guerras mundiales. Yo me siento afortunado porque nunca he tenido que ir a la guerra, siempre he tenido la oportunidad de dedicarme a hacer canciones. También me lo planteo cuando veo en las noticias a todos esos refugiados que intentan llegar a países seguros y que la gente los critica sin pensar que están arriesgando su vida para encontrar un lugar en el que puedan estar a salvo. Yo nunca he tenido que hacer eso, así que pienso que no debería malgastar mi vida en algo que no quiero hacer porque sería un insulto a toda esa gente que no ha tenido la oportunidad. Puede que no sea tan rico como otras personas, que mi casa no tenga muchos lujos, pero creo que es muy importante en la vida hacer lo que quieres hacer, si puedes. Por eso me gusta abrazar todas aquellas cosas que me gustan y ver qué sucede a continuación. Como ahora mismo, que he trabajado con esta gente maravillosa a la que encanta la música, y entonces se incorpora Nina y…. ¡oooh! Cuando llegas a una cierta edad y ves que hay gente de tu generación que sigue haciendo música, sientes una enorme conexión con ellos, porque todo el mundo entiende por qué tienes esta cosa loca de la música poseyendo tu vida. Estás listo para que sean tus hermanos.

Nina: Yo estoy de acuerdo con todo lo que ha dicho James. También debo añadir que estoy muy contenta de haber hecho partícipe a mi hijo de lo que yo hacía, llevarlo de gira con nosotros. Pero creo que su impresión, tanto de mi trabajo como del de mi marido (se refiere a Nathan Larson, compositor de bandas sonoras, músico experimental y exguitarrista de la banda alternativa Shudder To Think), es que siempre nos lo estamos pasando en grande, divirtiéndonos con nuestros amigos. Mi mayor preocupación es que, por algún motivo, él empiece algún otro camino y se dé cuenta de que su trabajo no sea 100% divertido todo el tiempo. No me siento ya tan lejos de él como cuando era más joven y tenía que viajar mucho más, pero pienso que es importante que le muestre el aprecio a lo que es ir a trabajar, creo que es un buen testigo para transmitir en la vida.

Un cruce de caminos inesperado. Foto: Sian Adler
Un cruce de caminos inesperado. Foto: Sian Adler


“A Sweetness In You” está compuesta en memoria de Scott Hutchinson, de Frightened Rabbit, que falleció en 2018. ¿Qué relación tenías con él, James?

James: Escribí unas cuantas canciones con él y compartimos varios conciertos. No le conocía tan bien, pero necesitaba hacer esto. A veces, cuando alguien muere, la gente tiende a decir: “¡Oh, era mi mejor amigo!”. Scott no lo era, pero sí nos buscábamos el uno al otro cuando coincidíamos en un festival para tomarnos una cerveza, nos sentábamos en una mesa y no parábamos de reírnos. Después estábamos meses sin vernos, pero de vez en cuando él venía a alguna sala a tocar conmigo. Era un tío superencantador para estar por ahí con él, y me apenó mucho su muerte, pero en cierto modo es más leve que si se tratase de un amigo más cercano.

Tu música bebe mucho del folk irlandés y escocés, pero estos dos álbumes los grabaste en Suecia. ¿Notas alguna conexión con el folclore escandinavo?

James: Es gracioso lo que dices porque hace poco me hice una prueba genealógica de ADN y salió que mis orígenes son un 65% escandinavos. Los suecos fueron las primeras personas que vinieron a filmarnos a mis amigos y a mí antes de que tuviésemos un contrato: la MTV sueca, en dos ocasiones. Desde entonces, no hemos dejado de ir a Estocolmo, a Malmö…. Siempre me he sentido muy bien acogido allí, los músicos son muy amigables. Esta última vez, cuando fuimos a grabar, Nina y Karl-Jonas estaban hablando de a quién invitar y todos los que vinieron eran perfectos. Todos ellos llevaban las canciones hacia otro lugar mejor, todos traían una libertad creativa muy abierta y mucha alegría al local. Todo el mundo estaba encantado de estar ahí. Ha sido una experiencia maravillosa.

Debe ser muy costoso llevar de gira el disco con la misma gente que lo ha grabado, ¿cómo os lo estáis planteando?

James: Bien, de momento lo vamos a hacer en cuatro fases. El 1 de febrero empezaremos con varios conciertos en Reino Unido en los que intentaré sacar el dinero suficiente para salir adelante el resto del año (risas). Seremos Nina, yo y seis músicos de The Second Hand Orchestra. Luego tenemos otros que, si te soy sincero, no están tan bien pagados pero se celebrarán en recintos muy majos; ahí seremos solo Nina y yo. Y después haremos pequeños festivales. En Irlanda nos pagarán lo necesario para que venga toda la orquesta, a continuación tenemos otros dos en Inglaterra y estamos negociando otro en Escocia. Y luego habrá varios conciertos en Escandinavia porque, obviamente, es más barato si yo me desplazo allí y me incorporo a la banda.


“Aparte de este proyecto con James no tengo nada más. Habrá un par de directos con The Cardigans que tenemos ya cerrados, pero nada nuevo aparte de eso. Estoy trabajando en una escuela, doy clases de música y esa es mi ocupación principal; me quita bastante tiempo y es difícil concluir cosas cuando estoy ocupada”
Nina Persson



Nina, tú recientemente has estado cantando con el trío de jazz Nina Letar Jazz. ¿Tienes otros proyectos musicales en mente para este año?

Nina: Nos quedan algunos conciertos porque, desafortunadamente, me puse enferma y tuvimos que reprogramar parte de la gira, pero aparte de este proyecto con James no tengo nada más. Habrá un par de directos con The Cardigans que tenemos ya cerrados, pero nada nuevo aparte de eso. Estoy trabajando en una escuela, doy clases de música y esa es mi ocupación principal; me quita bastante tiempo y es difícil concluir cosas cuando estoy ocupada.

¿Cómo se sienten tus alumnos ante el hecho de estar con una de las mayores estrellas del pop sueco?

Nina: A algunos les emociona y a otros les da completamente igual. Provienen de campos musicales muy diferentes. Algunos de ellos son compositores de música contemporánea, piano minimalista, y todo eso no les importa; básicamente esperan tener una buena profesora. Nadie ha mostrado ningún tipo de entusiasmo inapropiado, pero me siento bienvenida.

¿Cómo veis la situación actual para vivir de la música? ¿Es más difícil que cuando empezasteis en esto, incluso siendo músicos consolidados?

James: Yo sí lo encuentro muy complicado, porque prácticamente toda la música se escucha en Spotify y no me siento muy feliz con eso. Mi suerte es que llevo más de veinte años grabando y tengo una pequeña suma de dinero que voy recaudando de mis canciones antiguas. También escribo libros y hago muchas giras en solitario. Todo eso te permite mantenerte, pero si quieres tocar con una banda completa, ya es todo muy difícil.

Nina: Las cosas han cambiado después de la COVID. Todo el mundo volvió a salir a tocar de nuevo, los conciertos estaban abarrotados. Si eres un artista pequeño o uno de los más grandes está bien, pero es toda la sección intermedia la que lo está pasando peor y está cancelando sus giras. Muchos han adquirido un gran déficit tras el confinamiento y les está costando recuperar lo perdido, y luego está la inflación. No sé cómo será la cosa en España y en Reino Unido. ¿Ha subido la energía eléctrica un locurón también? Aquí, ahora mismo, tocar guitarras eléctricas se ha vuelto más caro que nunca. Esa es una razón para que todo se vuelva bastante acústico, supongo. ∎

James Yorkston, pescando historias en el Mar del Norte

Tradición folk. Foto: Anna DrvnikTradición folk. Foto: Anna Drvnik

James Patrick Yorkston Wright comenzó haciendo música en su Fife natal junto a su amigo –y después afamado periodista y DJ– Vic Galloway. Ambos formaron bandas efímeras en los años ochenta y noventa como Miraclehead y Huckleberry. Allí se integró también en The Fence Collective, creado por King Creosote, en torno al cual fluctuaron artistas tan dispares como KT Tunstall, Rozi Plain o The Beta Band. Tras buscar el padrinazgo de mitos como Bert Jansch y John Martyn, lanzó en 2001 un primer disco bajo el nombre de J Wright Presents. Un año después, y ya en Domino, comenzó la trayectoria como James Yorkston que hemos comentado al principio de este artículo. Además, son reseñables sus tres discos junto al contrabajista John Thorne y el intérprete de sarangi Suhail Yusuf Khan, publicados también en Domino con el nombre Yorkston / Thorne / Khan: “Everything Sacred” (2016), “Neuk Wight Delhi All-Stars” (2017) y “Navarasa: Nine Emotions” (2020). Aunque, hoy en día, el prestigio del escocés como músico compite con el que posee como escritor de narrativa. Su segunda novela, “The Book Of The Gaels” (Oldcastle, 2022), fue escogido el libro del mes en ‘The Times’ el pasado mes de septiembre. ∎

Nina Persson, mucho más que la voz de The Cardigans

Tradición pop. Foto: Anna DrvnikTradición pop. Foto: Anna Drvnik

The Cardigans fue uno de los grupos de pop más exitosos de la Europa continental en la segunda mitad de los años noventa, con un estilo que flirteaba elegantemente con lo comercial sin traicionar su extracción indie. Eso hizo de su cantante y compositora, Nina Persson, una de las artistas más reclamadas para colaboraciones vocales varias: especialmente recordadas son las compartidas con Tom Jones en su versión de “Burning Down The House” (1999), de Talking Heads, y con Manic Street Preachers en el single “Your Love Alone Is Not Enough” (2007). Pero más sugestivas fueron sus incursiones en el rock alternativo estadounidense, primero colaborando con Shudder To Think, pero, sobre todo, con Sparklehorse –en el álbum “It’s A Wonderful Life” (2001)– y en el proyecto “Dark Knight Of The Soul” (2010) de Sparklehorse y Danger Mouse. Tanto Mark Linkous como Nathan Larson la secundaron en su proyecto personal, A Camp, también influido por esos sonidos y con el que publicó dos álbumes: “A Camp” (Polydor, 2001) y “Colonia” (Universal, 2009). En 2014 debutó en solitario con “Animal Heart” (Lojinx), también con la colaboración de su marido y de Eric D. Johnson, de Fruit Bats. The Cardigans, por cierto, llevan sin grabar desde 2005, pero no están oficialmente disueltos. De vez en cuando se juntan para revivir sus grandes éxitos en directo (en 2019 fueron cabezas de cartel en el festival Dcode, en Madrid). ∎

Contenidos relacionados

Contenido exclusivo

Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.

Inicia sesión