TOP 2022

2022: seguridad, hedonismo, nostalgia, raíces… y futuro

Las listas no son, o no deberían ser, el resultado de aplicar una fórmula a las selecciones en las que un conjunto de periodistas han volcado sus gustos personales. Son y deberían ser un reflejo de cómo todo lo que vivimos como sociedad acaba filtrándose en la música que consumimos (y nos da la vida).

Por Raül de Tena

Rockdelux 395

(Diciembre 2022)

Ha sido el año en el que una noche nos acostamos comentando en WhatsApp que “es absolutamente imposible que Rusia vaya a invadir Ucrania, ¡eso de las guerras lo dejamos atrás en el siglo XX!”, y nos despertamos con sonidos de alarmas y bombardeos en todos los noticieros de la mañana. También ha sido el año en que el conflicto bélico rompió la cadena de producción en el mundo entero, nos pusimos al día en cómo funciona la inflación, el precio del carburante nos trajo de cabeza y los precios en general escalaron a la velocidad del relámpago llevándose por delante la ilusión de “clase media” a la que algunos ingenuos todavía se aferraban. Ha sido el año en que Elon Musk destruyó Twitter y los despidos masivos de las tecnológicas dejaron claro que la última mina de oro –la de internet– ya está vacía. Ha sido el año en que la renovación del poder judicial ha evidenciado que la tensión entre el mundo pasado y el mundo futuro es algo que en nuestro país seguimos llevando reguler. Y, por último, también ha sido el año en que nos forzamos a olvidar la COVID a marchas forzadas y a vivir como si no hubiera un mañana, lo que se ha traducido, por ejemplo, en un apoteósico regreso a festivales que llevó a muchos a concatenar dos fines de semana de Primavera Sound y uno de Sónar. Ahí es nada.

Pensar que la música, el cine, los libros y todo el material cultural que solemos manejar en Rockdelux existe en una dimensión paralela a todo esto que ha ocurrido en el mundo es, simple y llanamente, pecar de inocentes. Todo lo que vivimos a diario como sociedad nos induce a una paleta sentimental concreta y a todo un conjunto de estados emocionales (alterados) a través de los que consumimos toda esta cultura. Por eso mismo, más que pensar que las listas de lo mejor del año contienen un resumen de las opiniones diversas y variadas de los colaboradores de esta casa, ¿por qué no entenderlas mejor como un reflejo directo de todo lo que hemos vivido como sociedad? Al fin y al cabo, eso somos los periodistas: más que agentes libres que funcionan en base a sus gustos personales, somos –o deberíamos ser– fotógrafos del zeitgeist de cada momento histórico. Y nuestras listas así lo reflejan.

Seguridad (contra la incertidumbre)

No estamos para grandes sorpresas, la verdad. Se pregunta James Gray en su nueva película “Armageddon Time” qué es esto de vivir con miedo al Armagedón cuando, bajo su punto de vista, estamos viviendo en ese Armagedón desde hace varias décadas (desde la era Reagan, en su caso). Ya hace tiempo que nuestra sociedad se ha visto forzada a (sobre)vivir en este apocalipsis que continuamente obliga a adaptarte a nuevos paradigmas a base de pandemias, guerras, crisis económicas, terrorismo y todo un conjunto de eventos que llegan por sorpresa y reconfiguran la realidad en un nuevo paisaje que se parece al anterior… pero no tanto. “Es lo mismo, pero no es lo mismo”, que decía Rocío Jurado en el anuncio de Titanlux.

Nos hemos acostumbrado tanto a la incertidumbre que, a día de hoy, la certidumbre nos parece sospechosa. Presagio de que algo malo va a ocurrir. Pero no por eso vamos a dejar de buscar algún tipo de cuidado paliativo que nos haga la vida más fácil… Y es aquí donde entra la sensación de seguridad que proporciona saber que hay cosas que siempre van a ser igual, que no van a cambiar, que no van a forzarnos a reprogramar nuestra comprensión de la realidad. Es la sensación de seguridad que obtienes, por ejemplo, al saber que cuando Kendrick Lamar, Rosalía y Beyoncé lanzan un nuevo disco este no solo va a atraparnos por completo, sino que sobre todo va a ser capaz de articular discursos novedosos y rupturistas que se tragan mejor gracias a la seguridad reconfortante que proyectan sus autores.

También hay cierto componente de seguridad en saber que los discos de estas tres luminarias van a acaparar los primeros puestos de las listas de lo mejor del año. Pero, ojo, porque esta misma emoción puede rastrearse en la presencia en las mismas listas de otros nombres que proporcionan paz de espíritu, como Björk, Nacho Vegas, Olivier Assayas, Burial, Bill Callahan, La Bien Querida, Nick Cave, Los Planetas o Joe Crepúsculo. Ver una lista en la que no conoces a nadie da mal rollo. Ver una lista en la que todo son nombres conocidos da más mal rollo todavía. La cuestión es encontrar el equilibrio… Pero, espera, ¿alguien dice falta de riesgo? Sería falta de riesgo si los nombres conocidos no pusieran calidad infinita sobre la mesa. Así que, chico, guarda el riesgo para un año en el que no estemos en pleno Armagedón. Porque todos estos artistas nos hacen sentir como si volviéramos a casa.

El material cultural, ¿una dimensión paralela? Ilustración: Genie Espinosa

(Siempre) hedonismo

A las claras: el hedonismo es una estrategia de escapismo. Ya lo decían las noticias durante las cuarentenas pandémicas: en cuanto nos dejaran libres iba a arder Troya. Y Troya ha ardido. El año 2022 ha sido el de volver a los clubes por encima de nuestras posibilidades, y ajustándonos a esta nueva normalidad en la que o compras las entradas quince meses por adelantado o te quedas sin ellas. También ha sido el año que quemamos los grandes festivales tras dos temporadas de asueto y tristeza pura y dura. Así que el que no se ha dedicado a desparramar a base de baile y cancaneo social es porque no le ha dado la gana.

Todo esto, obviamente, también se refleja en las listas de lo mejor del año. Y no hace falta ir muy lejos para encontrar el primer síntoma de lo arribísima que nos hemos venido últimamente con el hedonismo: ahí está el “Icons” de Two Shell coronando los mejores EPs del año. Lo suyo no es una representación flower power del hedonismo, sino una visión del hedonismo dura, cortante, esquizoide, electrizante y dulcemente energética. Puro 2022. Pero no pasa nada si prefieres otros rollos, porque todas las caras del hedonismo quedan representadas en nuestras listas, desde el pajareo house de Beyoncé al etno-dance de Stromae, pasando por el pop mágico y tiktokero de Harry Styles, el disco revival de Jessie Ware, el dance con toques jamaicanos de Jamie xx o la fiesta flamenca de Soleá Morente y La Casa Azul. Danzad, danzad, que el mundo se va a acabar.

Nostalgia (bien entendida)

La nostalgia no es algo de aquí y ahora. Simon Reynolds ya lo recogió y codificó en 2010 en su libro “Retromanía”, donde explica el porqué de la obsesión de la cultura contemporánea con las emociones cálidas que acompañan a la evocación del pasado. Pero lo de 2022 ha sido de traca. #SíLoDigo: se chiva Apple Music de que la playlist que más he escuchado este año es una de boleros y chatarritas de los 60 y los 70 que me recopiló un amigo. Además, de repente y no sé bien por qué, en estos meses me ha dado por aparcar un poco la obsesión por todo lo nuevo y ponerme discos que hacía décadas que no escuchaba.

¿Te ha ocurrido algo similar? No te preocupes: nueve de cada diez doctores opinan que no es cosa tuya, sino de los tiempos que corren. Y por eso mismo listas clásicas que siempre han destacado en lo mejor del año de Rockdelux brillan en este 2022 con un fulgor particularmente cegador. Obviamente los libros pop, las reediciones y los recopilatorios son el terreno ideal para dejar correr la melancolía implícita en el acercamiento actual hacia figuras como Andrés Calamaro, Mark Lanegan, Bob Dylan, The Beatles, Stereolab, Tindersticks, Marianne Faithfull, Neu!, Blondie, Wilco e incluso Frank Sinatra. Pero es que la nostalgia también envuelve la presencia en otras listas de nombres como Lambchop, Parade, Benjamin Biolay o Loquillo.

Eso sí, ojo, porque no hay ni un nombre que aparezca en las listas solo por nostalgia: están aquí por la vigencia de sus discursos contra la acción corrosiva del tiempo. Como ejemplo supremo, el primer puesto de Low como concierto del año: ¿tributo tras el fallecimiento de Mimi Parker? Si estuviste en el concierto del Primavera Sound sabrás que para nada, porque su recuerdo (ahora fantasmagórico) te va a acompañar de por vida.

Enganchados a mil estímulos. Ilustración: Genie Espinosa

(Regreso a las) raíces

Al final todo está interrelacionado. Y cuando tenemos sobre el tablero de juego la búsqueda de la seguridad y la nostalgia, el regreso a las raíces no debe andar lejos. De nuevo, es algo que ya hace tiempo que vivimos: la recuperación de la herencia, la vuelta a la tierra, el regreso a la raigambre… Lo que ocurre es que en la coyuntura de 2022, tal y como evidencian las listas de lo mejor de este año, mientras Ana Iris Simón y compañía siguen anquilosados en el rollo neorrancio, también existe la alternativa de todo un conjunto de artistas que están explorando nuevas voces que hablan de la relación entre pasado y futuro.

Ahí está, por ejemplo, la entente cordiale entre Rocío Márquez y Bronquio casi coronando la lista de discos nacionales con la última palabra (por ahora) en la conversación del flamenco con lo digital. Y el “Idaho” de Emily Ruskovich tiene mucho de cumbre de esa literatura que lleva unos años mirándose en las aguas cristalinas del “Walden” de Thoreau. Pero es que incluso “Irma Vep” puede ser leída como un regreso a las raíces (¡los folletines de Feuillade!) para descifrar el futuro del formato audiovisual imperante: las series.

Apunte final: cuando entrevisté a Guitarricadelafuente, hablamos de la necesidad de conseguir que la tradición sea sexi para atraer a las nuevas generaciones. Pues eso: por fin la tradición es un “dámelo, papi” como una catedral de grande.

… y un collejón de puro futuro

Poco queda por añadir aquí. Está claro que, en el año en que el planeta Tierra se obstinó en convencernos de que no hay futuro (¿hola cambio climático?), nuestra principal obsesión iba a ser precisamente eso mismo: el futuro. Y, en nuestras listas, especialmente en las de EPs nacionales e internacionales, pero también de absolutamente todas las categorías, el futuro son todos aquellos nombres que no te suenan de nada. Un futuro que está esperando que corras a por él y lo escuches, lo veas, lo leas, lo goces. Así que… ¿a qué esperas? ∎

Han colaborado en la elaboración de las listas de Rockdelux con lo mejor del año 2022:

Jorge Acevedo, María Adell, Enric Albero, Ricardo Aldarondo, Marta Alonso Berná, Santi Alverú, Paula Arantzazu Ruiz, Guilherme Araujo, Bartolomé Armentano, Álvaro Arroba, Ramón Ayala, Miguel Ángel Bargueño, Roberto Bartual, Vicenç Batalla, Octavio Beares, Gregorio Belinchón, Noah Benalal, Jordi Bianciotto, Inés Calero, Ben Cardew, Natalia Cardoso, Santi Carrillo, Anton Casas, Quim Casas, Gerard Casau, Tamara G. Cascales, Salvador Catalán, José Manuel Caturla, Juan Cervera, Brenda Chávez, Álvaro Corazón Rural, Javier Corral “Jerry”, Dr. Decker, Javier de Diego Romero, Elizabeth Duval, Philipp Engel, Marta España, Vicente Fabuel, Edu Fernández, Santi Fernández, Silvia Fernández, Elsa Fernández Santos, Desirée de Fez, Ignasi Franch, Juan Manuel Freire, Susana Funes, Xavier Gaillard, Fernando Ganzo, Marisol García, Álvaro García Montoliu, Marcos Gendre, Alfonso Gil Royo, Isabel Guerrero, Cesc Guimerà, Andrea Gumes, JuanP Holguera, Eulàlia Iglesias, Jordi Isern, Toni Junyent, Luis Lapuente, Enrique Lavigne, Alberto Lechuga, Sergio Lifante, Luis Lles, Regina López Muñoz, Gonzalo de Lucas, César Luquero, Carlos Marlasca, Ricard Martín, Beatriz Martínez, Luis Martínez, Miguel Martínez, Ainhoa Marzol, Elena Masarah, Elisa McCausland, Juan Monge, Pilar Morales, David Morán, David S. Mordoh, Marc Muñoz, Margarita Muñoz, Pablo Muñoz, Víctor Navarro-Remesal, Carles Novellas, Daniel de Partearroyo, Pepo Pérez, Carlos Pérez de Ziriza, Donat Putx, Miquel Queralt, Eduardo Ranedo, Alberto Richart, Pablo Ríos, Jesús Rodríguez Lenin, Diego Rubio, Patricia Ruiz Guevara, David Saavedra, Diego Salgado, Jordi Sánchez-Navarro, Gerardo Sanz, Santiago Segurola, Xavi Serra, Alex Serrano, Al Sobrino, Félix Suárez, Ramon Súrio, Miguel Tébar A., Raül de Tena, Carolina Velasco, Gerardo Vilches y Manu Yáñez Murillo. ∎

Etiquetas

2020s/ 2022/ resumen año